LA ORACIÓN DE NIETZSCHE
Oración al Dios desconocido
Antes de proseguir en mi camino
Y lanzar mi mirada hacia adelante
Una vez más elevo, sólo, mis manos a ti,
En la dirección de quien yo fuese.
A ti, de las profundidades de mi corazón,
He dedicado altares festivos,
Para que en cada momento
Tu voz me puede llamar.
Sobre estos altares está grabada en fuego
Esta palabra: "al Dios desconocido"
Yo soy tuyo, aunque hasta el presente
Me ha asociado a los sacrílegos.
Yo soy tuyo, a pesar de los lazos
Me tiran hacia el abismo.
Incluso queriendo huir
Me siento forzado a servirte.
Yo quiero conocerte, oh desconocido!
Tú que me penetras en el alma
Y qué torbellino invades mi vida.
Tú, el Incomprensible, mi semejante.
Quiero conocerte y servir a ti.
Friedrich Nietzsche
Antes de proseguir en mi camino
Y lanzar mi mirada hacia adelante
Una vez más elevo, sólo, mis manos a ti,
En la dirección de quien yo fuese.
A ti, de las profundidades de mi corazón,
He dedicado altares festivos,
Para que en cada momento
Tu voz me puede llamar.
Sobre estos altares está grabada en fuego
Esta palabra: "al Dios desconocido"
Yo soy tuyo, aunque hasta el presente
Me ha asociado a los sacrílegos.
Yo soy tuyo, a pesar de los lazos
Me tiran hacia el abismo.
Incluso queriendo huir
Me siento forzado a servirte.
Yo quiero conocerte, oh desconocido!
Tú que me penetras en el alma
Y qué torbellino invades mi vida.
Tú, el Incomprensible, mi semejante.
Quiero conocerte y servir a ti.
Friedrich Nietzsche
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