Refutando los 4 argumentos del ateísmo

 



 En nuestra religión no hay conflicto con el ateísmo, destacándose como una de las pocas creencias en las que un ateo puede practicar y aún ser considerado creyente. La peculiaridad radica en que, a nuestro modo de ver, no es necesaria la fe para experimentarla, ya que la religión trasciende para convertirse en filosofía y cultura. Sin embargo, frente a los ataques de algunos materialistas, es imperativo abordar algunas consideraciones.


 Generalmente identificamos dos tipos de ateos: los naturales, que crecieron en ambientes indiferentes a la religión, como en algunas sociedades comunistas o asiáticas, y los exreligiosos, provenientes de sistemas religiosos.


 Mientras que el primer tipo de ateo respeta a las personas religiosas e incluso participa en ceremonias culturalmente religiosas, el segundo, el ex-religioso, a menudo se convierte en un militante que proclama constantemente su posición atea, promoviéndola con feroz fervor y atribuyendo a la religión la responsabilidad de todos los males en el mundo.


 Los argumentos de este ateísmo militante se centran en puntos como: el miedo a la muerte, el sufrimiento humano, los errores y crímenes religiosos y la supuesta superioridad intelectual del ateísmo.


 Aunque tales argumentos pueden sacudir algunas creencias, no tienen ningún efecto sobre nuestra experiencia religiosa. Cuando respondemos a cada uno de ellos:


 1. El miedo a la muerte es refutado por la perspectiva de nuestra religión, que considera la muerte como una fase de la existencia, sin temor al castigo después de la muerte. La práctica religiosa se basa en la valoración de la vida, la contemplación de la realidad y la armonización con algo perfecto que hay en nuestro interior, desconociendo la afirmación infundada de que somos religiosos por miedo a la muerte. La muerte es sólo otra fase de la experiencia humana como la infancia, la vejez y la inexistencia en la tierra.


 2. El argumento sobre el sufrimiento humano se considera simplista, en comparación con la visión errónea aprendida por los ateos en sus religiones anteriores. La vida en la Tierra se percibe como una etapa de aprendizaje y evolución, donde los humanos tienen la capacidad de mejorar el mundo. La religión es vista como el comienzo de una revolución para crear un mundo maravilloso. Rechazamos la idea de una buena deidad que tiene que resolver todos nuestros problemas, una especie de genio en una lámpara que debe inclinarse ante nuestros deseos o resolver todos nuestros problemas.


 3. Respecto a los errores y crímenes de algunas personas religiosas, enfatizamos que exigir la perfección a todas las personas religiosas es injusto. La culpa no recae exclusivamente en la religión, ya que el fanatismo está presente en varias ideologías, incluidas las ateas como el comunismo, el nacionalismo y el cientificismo, que también han dado lugar a crímenes contra la humanidad.


 4. Finalmente, se cuestiona la supuesta superioridad intelectual del ateísmo, rechazando la dicotomía entre ciencia y religión. La religión es reconocida como un contribuyente fundamental a la civilización, desde los inicios de las pinturas rupestres, la medicina y las escuelas hasta la creación de reglas y principios organizativos de la civilización, que comenzaron con los líderes religiosos chamánicos. Y no existe una supuesta superioridad en ser ateo, ya que muchos científicos son miembros de pleno derecho de varias comunidades religiosas.


 Este texto abordó de manera sucinta la posición del allanismo frente al ateísmo, ofreciendo respuestas razonadas a las críticas planteadas. En futuros textos profundizaremos en el papel de la religión en la civilización.


 ¡Manténganse en armonía! 

 Aisi ~

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